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Las imágenes médicas son fundamentales en el diagnóstico y evolución de las enfermedades. Son frecuentes en los pacientes ambulatorios y casi imprescindibles en los pacientes hospitalizados. Pero no pueden ser utilizadas indiscriminadamente. Hay dos razones: a) Aquellas imágenes que utilizan radiaciones ionizantes (radiografía, TAC, gamma-grafía y PET) tienen un riesgo en su utilización y deben ser limitadas. b) Todas ellas (especialmente las realizadas con equipos de alta tecnología TAC, PET y RMN) tienen un coste elevado, que no puede ser asumido por la sanidad pública. La ecografía carece de riesgos y es económica; pero tiene dos inconvenientes, por una parte sus aplicaciones son limitadas: obstetricia, determinada patología abdominal y muscular, fundamentalmente. La otra es que es operador-dependiente: ha de ser realizada por un médico especializado y no por un técnico, como el resto de las exploraciones.
Por todo ello las imágenes médicas tienen unas indicaciones concretas en cada patología y en cada momento evolutivo. Con respecto al empleo de las radiacciones ionizantes la indicación se realiza teniendo en cuenta que el beneficio de la exploración(un diagnóstico o una modificación de un tratamiento) es superior al riesgo potencial que supone su empleo.
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